Prueba del calentamiento global

Señor Juez

Señor Juez: No culpe a nadie de mi muerte, me quito la vida porque estoy perdido en este mar de lágrimas, verá usted, tuve la desgracia de casarme con una viuda, ésta tenía una hija, de haberlo sabido, nunca lo hubiera hecho. Mi padre, para mayor desgracia era viudo, se enamoró y se casó con la hija de mi mujer, de manera que mi mujer era suegra de su suegro, mi hijastra se convirtió en mi madre y mi padre al mismo tiempo era mi yerno.

Al poco tiempo mi madrastra trajo al mundo un varón, que era mi hermano, pero era nieto de mi mujer de manera que yo era abuelo de mi hermano. Con el correr del tiempo mi mujer trajo al mundo un varón que como era hermano de mi madre era cuñado de mi padre y tío de sus hijos. Mi mujer era suegra de su hija, yo soy, en cambio padre de mi madre, y mi padre y su mujer son mis hijos; además, yo soy mi propio abuelo.

Sr. juez: Me despido del mundo porque ya no sé quien soy.

Esa es la cuestión...

¿Quién quiere al hombre perfecto?

He encontrado al hombre con el que soñamos todas las mujeres.

El hombre perfecto. Y ahora que lo tengo... no sé qué hacer con él. ¡Es demasiada responsabilidad! Es como tener una cámara digital con autofocus y zoom incorporado... Que si la foto sale mal, ¡esta claro que es culpa tuya!
Porque él es comprensivo, sensible, detallista... lee el Cosmopolitan... ¿Qué digo "lee"? ¡Lo subraya! La verdad es que es maravilloso. Para empezar, recuerda todas las fechas... Y cuando digo todas, es todas: me mandó flores el día que hicimos una semana, el día que hicimos un mes, el día de mi cumpleaños, el día de mi santo, el día de la mujer trabajadora.. ¡Que tengo la casa que parece la tumba de Lady Di!

Bueno, y cada vez que vuelvo de la peluquería... ¡él lo nota! Se me queda mirando y me dice:
- Cariño... tú te has saneado las puntas...

¡El que se fija en todo! Aunque esto tiene sus problemas... Me alaba tanto la lencería que luego no tengo valor para ponerme bragas normales. Vamos, que el tanga me ésta haciendo una fístula.
Y, sobre todo, no me lleva nunca la contraria: estoy hasta los cojones de ir a ver comedias románticas. Por no hablar de cuando vamos de compras... Oye, ¡que le pone interés! Le pone tanto interés que me agota... Yo destrozada, y él:

- Venga, cielo, sólo una tienda más...
Y yo: - No, de verdad que éste me gusta...
Y él: - Jo, eso lo dices para que nos vayamos...

Por no hablar de lo humillante que es salir con el hombre perfecto: no bebe nunca; con lo cual, yo parezco Massiel. Come menos que yo; con lo cual, yo parezco... Massiel. Y baila de puta madre, con lo cual yo parezco.. Massiel.
¡Y encima está buenísimo! Yo, para arreglarme, necesito tres horas. Y salgo hecha un asco. Él, en cinco minutos, se ha duchado, se ha puesto perfecto y me ha limpiado el baño. Que entro yo pensando que me lo voy a encontrar todo hecho un desastre... y me lo encuentro impoluto... Que me dan ganas de decirle:
"¡Pero bueno! ¿Dónde me has puesto los pegotes de maquillaje que había dejado yo aquí, en el lavabo?
Oye, ¡que no hay forma de enfadarse con él! No saben cómo echo de menos esas reuniones con mis amigas poniendo verdes a nuestros novios... Ahora ya ni voy.
¡Para no poder ni abrir la boca...! El otro día fuimos a cenar a casa de unos amigos y ellos se pusieron a discutir. Y yo le dije a mi novio: - ¡Ayyyy... qué bonito! Cariño, tú y yo nunca hacemos esas cosas...
¡Solo una vez creí que íbamos a discutir! Llego a casa y me pregunta:

- Cielo... ¿Tú has metido en la lavadora tu tanga rojo con mis camisas blancas?
- ¡Sí!
- ¡Pues se ha desteñido todo!
- ¿Sí? ¿Y estás enfadado?
- ¡Pues sí! ¡Con Balay!

Ay... qué desesperante. ¡Lo distinto que era todo con mi ex!
Recuerdo una vez que le dije: - Ay, cariño. Me veo gorda. - No te preocupes, tonta... eso le pasa a todo el mundo.

- ¿Todo el mundo se ve gordo?
- No, que te ven a ti.

Pero cuando ya toque fondo con mi "hombre ideal" fue un domingo que estaba yo ahí tan tranquilamente tirada en el sillón, viendo la tele, y llega él, me arranca la manta y me dice: - ¡Venga, arriba, cariño...! ¡Tengo entradas para llevar a tu madre a Expo-mascota!

- Ay, cielo, déjalo... Si no te la va a comprar nadie...

Yo ahí ya me dije: "Tanta perfección no es normal" Y desde entonces le estoy provocando, a ver hasta dónde aguanta. El otro día estábamos viendo la final de la Champions League y de repente... agarro el mando, hago "clic" y pongo Gente.

- ¿Qué? ¿Te jode? Y va y me dice:
- No, cielo, no te preocupes.. si los penaltis son una lotería..

¡No puede ser! ¡Aquí hay gato encerrado! ¿Qué hace conmigo un tío tan maravilloso? Y me puse a darle vueltas: "A ver, la nacionalidad la tiene... Por dinero, tampoco puede ser, porque con lo que le debo al banco.. ¡a quien debería ligarse es al director...! ¡Oye! ¡A ver si va a ser gay" Porque ahora que lo pienso... cuando vemos una tía buena, le saca los defectos antes que yo...
Tú le dices: - Joder, mira qué guapa Cindy Crawford...
Y te contesta: - Sí, pero... tiene los tobillos gordos
Aunque por otro lado... ¿Cómo va a ser gay? Si es una máquina en la cama. Nos pasamos seis horas haciendo el amor. No sabéis lo que aguanta. Tengo que esperarle yo
a él... ¡Que estoy cogiendo complejo de eyaculadora precoz!

Bueno, y no creáis que luego se pone a roncar. Me da una conversación... Que si me ha gustado, que si le quiero, que si quiero otro... Que al final le tengo que decir:
- ¡Cariño, lo que quiero es dormir!

Mira, yo ya no podía soportar tanta perfección, así que la semana pasada hablé con él:
- Cariño, así no podemos seguir. O cambian las cosas, o lo dejamos.

Y se está esforzando, ¿eh? El otro día salió con los amigotes, y cuando llega a las cuatro de la mañana, me despierta y me susurra al oído:
- Cariño, cariño... quítate las bragas...
Y yo toda emocionada: - ¡Huy...! ¿Qué te pasa?
Y él: - Que voy a poner una lavadora.

¡Qué bonito es el amor...!

¿Quien entiende a las mujeres?

Si pones a una mujer en un pedestal y la proteges de todos los males ERES MACHISTA...
Si te quedas en casa y haces el trabajo del hogar ERES UN MARUJÓN...
Si trabajas demasiado NO TIENES TIEMPO PARA ELLA... pero si trabajas poco ERES UN VAGO Y UN INÚTIL.
Si ella tiene un trabajo aburrido y repetitivo con un sueldo bajo ES EXPLOTACIÓN... pero si tú tienes el trabajo aburrido con el sueldo bajo DEBERÍAS MOVERTE Y BUSCAR ALGO MEJOR.
Si un hombre asciende en una empresa antes que una mujer es FAVORITISMO... pero si ella es la que asciende es IGUALDAD DE DERECHOS.
Si le dices lo buena que está es ACOSO SEXUAL... pero si no se lo dices es LA TÍPICA INDIFERENCIA MACHISTA.
Si lloras eres UN AFEMINADO... y si no, UN IMBÉCIL INSENSIBLE.
Si le pegas a una mujer es VIOLENCIA DOMÉSTICA... pero si ella te pega es DEFENSA PROPIA.
Si tomas una decisión sin consultar con ella es PREPOTENCIA... pero si ella la toma sin consultarte, es porque ES UNA MUJER LIBERADA E INDEPENDIENTE.
Si le pides algo que ella no quiere hacer es DOMINACIÓN... si ella te lo pide es UN FAVOR.
Si sabes apreciar sus curvas y te encanta su ropa interior ERES UN PERVERTIDO... pero si no te das cuenta de ello ERES UN MARICÓN.
Si te gustan las mujeres que se arreglan y se cuidan eres SEXISTA, si no te importan esos detalles eres POCO ROMÁNTICO.
Si intentas cuidarte ERES UN VANIDOSO, si no lo haces eres UN TROGLODITA.
Si estás orgulloso de tus éxitos ERES UN CREÍDO... si no lo estás, UN CONFORMISTA.
Si le pides hacer el amor NO PIENSAS MÁS QUE EN ESO... pero si estás destrozado después de un día pesado en el trabajo NO TE PREOCUPAS DE SUS NECESIDADES.
Si a ella le duele la cabeza es que ESTÁ CANSADA... si te duele a ti, es que YA NO LA QUIERES.
Si lo quieres hacer muy seguido ESTÁS MUY SALIDO... y si no, es que HAY OTRA.
¿¿¿ QUIÉN LAS ENTIENDE ???

¡Qué bonito es el amor...!

Siempre a tu lado

El marido de una Sra. estaba en estado de coma; salió y entró de ese estado varias veces durante meses y, aún así, su mujer permaneció a su lado, todos los días.
Un día que él despierta, le pide a su mujer que se acerque y, con lágrimas en los ojos, le dice:
- ¿Sabes qué?, siempre has estado a mi lado en cada momento malo.
- Cuando fui despedido del trabajo, me diste ánimo.
- Cuando mi negocio quebró, estuviste ahí.
- Cuando me dispararon, ahí estabas tú.
- Cuando perdimos la casa, te quedaste conmigo.
- Cuando mi salud empezó a decaer, estabas justo ahí, a mi lado.

¿Sabes qué?

-Qué, querido?, preguntó ella sonriendo, a medida que su corazón se llenaba de ternura....

-Creo que me traes mala suerte... hija de p...

Hombre-Mujer. Una historia diferente

Pongamos que un chico llamado Luis se siente atraído por una mujer llamada Esther. Él le propone ir juntos al cine, ella acepta, se lo pasan bien. Unas pocas noches después él la invita a ir a cenar, y de nuevo están a gusto. Siguen viéndose regularmente, y un tiempo después ninguno de ellos ve a ningún otro.

Entonces, una noche cuando van hacia casa, un pensamiento se le ocurre a Esther y, sin pensarlo realmente, ella dice:

- ¿Te das cuenta de que justo hoy hace seis meses que nos vemos?

Y entonces se hace el silencio en el coche. A Esther le parece un silencio estruendoso. Ella piensa: "Vaya, me pregunto si le habrá molestado que yo haya dicho eso. Quizás se siente restringido por nuestra relación; quizás crea que yo estoy tratando de forzarle a alguna clase de obligación que él no desea, o sobre la que no está muy seguro."

Y Luis está pensando: "Vaya. Seis meses."

Y Esther piensa: "Pero yo tampoco estoy segura de querer esta clase de relación. A veces me gustaría tener un poco más de libertad, para tener tiempo de pensar sobre lo que yo realmente quiero que nos mantenga en la dirección a la que nos estamos dirigiendo lentamente... quiero decir, ¿hacia dónde vamos? ¿Vamos simplemente a seguir viéndonos en este nivel de intimidad? ¿Nos dirigimos hacia el matrimonio? ¿Hijos? ¿Una vida juntos? ¿Estoy preparada para este nivel de compromiso? ¿Es que conozco realmente a esta persona?"

Y Luis piensa: "...así que eso significa que fue... veamos... febrero cuando comenzamos a salir, que fue justo después de dejar el coche en el taller, o sea que... veamos el cuenta-kilómetros... ¡Coño! Tengo que cambiarle el aceite al coche."

Y Esther piensa: "Está disgustado. Puedo verlo en su cara. Quizás estoy interpretando esto completamente mal. Quizás quiere más de nuestra relación, más intimidad, más compromiso; quizás él ha notado -antes que yo- que yo estaba sintiendo algunas reservas. Sí, apuesto a que es eso. Por eso es tan reticente a decir nada sobre sus propios sentimientos. Tiene miedo de ser rechazado."

Y Luis piensa: "Y voy a tener que decirles que me miren la transmisión otra vez. No me importa lo que esos imbéciles digan, todavía no cambia bien. Y esta vez será mejor que no intenten echarle la culpa al frío. ¿Qué frío? Hay 30 Cº fuera, y esta cosa cambia como un camión de basura, y yo les pago a esos ladrones incompetentes 60.000 pelas."

Y Esther está pensando: "Está enfadado. Y no puedo culparle. Yo estaría enfadado, también. Dios, me siento tan culpable, haciéndole pasar por esto, pero no puedo evitar sentirme como me siento. Simple y llanamente, no estoy segura."

Y Luis piensa: "Probablemente me dirán que sólo tiene tres meses de garantía. Eso es justo lo que van a decirme, los capullos."

Y Esther está pensando: "Quizás soy demasiado idealista, esperando que venga un caballero en su caballo blanco, cuando estoy sentada al lado de una persona perfectamente buena, una persona con la que me gusta estar, una persona que realmente me importa, una persona a la que parezco importarle realmente. Una persona que sufre por causa de mis egocéntricas fantasías románticas de colegiala."

Y Luis piensa: "¿Garantía? ¿Quieren una garantía? Les daré una garantía. Cogeré su garantía y la..."

- Luis -dice Esther en alto.

- ¿Qué? -dice Luis, sorprendido.

- ¡Por favor, no te tortures así! -dice ella, con un inicio de lágrimas en sus ojos-. Quizás nunca debí haber dicho... Oh, Dios, me siento tan... Se interrumpe, sollozando.

- ¿Qué? -dice Luis.

- ¡Soy tan tonta! -solloza Esther-. Quiero decir, ya sé que no hay tal caballero. Realmente lo sé. Es estúpido. No hay caballero, ni caballo.

- ¿No hay caballo? -dice Luis.

- Piensas que soy tonta, ¿verdad? -dice Esther.

- ¡No! -dice Luis, contento por fin de conocer la respuesta adecuada.

- Es sólo que... sólo que... necesito algo de tiempo -dice Esther.

Hay una pausa de 15 segundos mientras Luis, pensando todo lo rápido que puede, trata de decir una respuesta segura. Finalmente se le ocurre una que cree que puede funcionar:

- Sí -dice.

Esther, fuertemente emocionada, toca su mano:

- Oh, Luis, ¿realmente piensas eso? -dice ella.

- ¿El qué? -dice Luis.

- Eso sobre el tiempo -dice Esther.

- Oh -dice Luis-. Sí, claro.

Esther se vuelve para mirarle y fija profundamente su mirada en sus ojos, haciendo que él se ponga muy nervioso sobre lo que ella pueda decir luego, sobre todo si tiene que ver con un caballo. Al final, ella dice:

- Gracias, Luis.

- Gracias -dice Luis.

Entonces él la lleva a casa, y ella se tumba en su cama, un alma torturada y en conflicto, y llora hasta el amanecer, mientras que Luis vuelve a su casa, abre una bolsa de patatas, enciende la tele, e inmediatamente se encuentra inmerso en una retransmisión de un partido de tenis entre dos checos de los que nunca ha oído hablar. Una débil voz en los más recónditos rincones de su mente le dice que algo importante pasaba en el coche, pero está bien seguro de que no hay forma de que pudiese entenderlo, así que opina que es mejor no pensar sobre ello. (Ésta es también la política de Luis acerca del hambre en el mundo).

Al día siguiente Esther llamará a su mejor amiga, o quizás a dos de ellas, y hablarán sobre la situación durante unas seis horas seguidas. Con doloroso detalle, analizarán todo lo que ella dijo y todo lo que él dijo, pasando sobre cada punto una y otra vez, examinando cada palabra y gesto por nimios significados, considerando cada posible ramificación. Continuarán discutiendo el tema, una y otra vez, por semanas, quizás meses, nunca llegando a conclusiones definitivas, pero nunca aburriéndose de él, tampoco.

Mientras, Luis, un día mientras ve un partido de fútbol con un amigo común suyo y de Esther, durante los anuncios, fruncirá el ceño y dirá:

- Raúl, ¿tú sabes si Esther tuvo alguna vez un caballo?

Nada más, un saludo a todas aquellas mujeres que igual que Esther siguen viviendo en ese Castillo de Hadas.

No es lo mismo

NO ES LO MISMO... La obra del maestro Chapí, que la picha del maestro de obra.
NO ES LO MISMO... Dolores de piernas que las piernas de Dolores.
NO ES LO MISMO... Un metro de encaje negro que un negro te encaje un metro.
NO ES LO MISMO... Hacerlo al baño María, que hacérselo a María en el baño.
NO ES LO MISMO... El cura Melchor lo hizo, que cúrame el chorizo.
NO ES LO MISMO... Juan Montenegro, que te monte el negro Juan.
NO ES LO MISMO... Blancas bolas de nieve, que Blanca Nieves en bolas.
NO ES LO MISMO... Que un negro llegue primero a la meta, que te la meta el primer negro que llegue.
NO ES LO MISMO... La verdura, que verla dura.
NO ES LO MISMO... La hija del Rajá que la raja de la hija.
NO ES LO MISMO... Una culebrilla negra, que una negra que le brilla el culo.
NO ES LO MISMO... 2 tazas de te, que 2 tetazas.
NO ES LO MISMO... "Paquita, vete arriba y pon al fresco este besugo" que "Paquita, vete arriba y ponte fresca que ya subo"
NO ES LO MISMO... Una pelota negra, que una negra en pelotas.
NO ES LO MISMO... Las ruinas de Machu Pichu, que venga un Macho te meta el pichu y te arruine.
NO ES LO MISMO... Meter la bola negra 8, que te la metan 8 negros en bolas.
NO ES LO MISMO... Huele a traste, que atrás te huele.
NO ES LO MISMO... Emeterio, Saturnino Zacarias y Fajardo, que meterlo, sacarlo, sacudirlo y guardarlo.
NO ES LO MISMO...Tejidos y novedades en el piso de encima, que, te jodes y no ves nada y encima te piso

El remero incompetente

Cuentan las crónicas que en el año 94 se celebró una competición de remo entre dos equipos, uno compuesto por trabajadores de ESPAÑA y el otro por sus colegas de una entidad similar japonesa.

Se dio la salida y los remeros japoneses se empezaron a destacar desde el primer momento. Llegaron a la meta y el equipo español lo hizo con una hora de retraso sobre los nipones.

De vuelta a casa, la Dirección se reunió para analizar las causas de tan bochornosa actuación y llegaron a la siguiente conclusión: Se ha podido detectar que en el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros, mientras que en el español había un remero y diez jefes de servicio, por lo que para el año próximo se tomarán las medidas adecuadas.

En el año 95 se dio de nuevo la salida y, nuevamente el equipo japonés se empieza a distanciar desde la primera remada. El equipo español llegó esta vez con dos horas y media de retraso sobre el nipón.

La Dirección se volvió a reunir después del sonado rapapolvos de Gerencia para estudiar lo acaecido y vieron que ese año el equipo japonés se compuso nuevamente de un jefe de equipo y diez remeros, mientras que el español, tras las eficaces medidas adoptadas el año pasado, se compuso de un jefe de servicio, dos asesores a gerencia, siete jefes de sección y un remero. Por lo que tras un minucioso análisis se llega a la siguiente conclusión: el remero es un incompetente.

En el año 96, como no podía ser diferente, el equipo japonés se escapó nada más darse la salida. La trainera que este año se había encargado al departamento de nuevas tecnologías, llegó con cuatro horas de retraso.

Tras la regata y a fin de evaluar los resultados, se celebró una reunión de alto nivel en la cuarta planta del edificio, llegándose a la siguiente conclusión: Este año el equipo nipón optó una vez más por una tripulación tradicional, formada por un jefe de equipo y diez remeros. El español tras una auditoría externa y el asesoramiento especial del departamento de informática, optó por una formación mucho más vanguardista y se compuso de un jefe de servicio, tres jefes de sección con plus de productividad, dos auditores de Arthur Andersen, y cuatro vigilantes jurados que no le quitaban el ojo a un único remero, al que habían amonestado y castigado quitándole todos los pluses e incentivos por el fracaso del año anterior.

Tras varias horas de reuniones se acordó que en la regata del 97, el remero será de una contrata externa, ya que a partir de la vigésimo quinta milla marina se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, que roza el pasotismo en línea de meta.

Así es la vida

Estaba el Señor en la fase de la Creación donde estudiaba los animales a crear y ante una figura de barro decía: serás burro, trabajarás incansable de sol a sol, llevarás las más pesadas cargas en tu lomo, comerás hierba, no serás inteligente, vivirás 40 años y te llamarás burro.
El burro respondió: Seré burro, pero vivir 40 años es demasiado. Yo creo que con 20 me bastarán. Al Señor le pareció bien y Dios creó al burro.

Seguidamente tomó otra figurita y dijo: Cuidarás las posesiones de tus amos y les ayudarás a cazar. Serás su mejor amigo. Comerás los huesos que te den, vivirás 25 años y te llamarás perro.
El perro respondió: Señor me parece muy bien mi cometido, pero me parece que no merezco una vida tan larga. Dame solo 10 años. Al Señor le pareció bien y Dios creó al perro.

Con otra figurita en la mano dijo el Señor: Saltarás de rama en rama de los árboles haciendo graciosas payasadas que divertirán a todos. Serás un animal simpático, vivirás 20 años y te llamarás mono.
Señor, me gusta el trabajo que me encomiendas, dijo el mono, pero creo que vivir 20 años es demasiado y por ello me conformaría con 10. Al Señor le pareció bien y Dios creó el mono.

Y entonces el Señor tomó una figura en forma de hombre y dijo: Serás el único ser racional de la faz de la tierra. Usarás de tu inteligencia para sobreponerte a los demás e incluso a la Naturaleza. Dominarás el mundo y serás a mi imagen y semejanza. Por tanto estimo que deberías vivir 30 años y llamarte hombre.
Y el hombre respondió: Señor te estoy agradecido por crearme hombre, pero creo que vivir 30 años es muy poco. Dame los 20 que rechazó el burro, los 15 que no quiso el perro y los 10 del mono. Al Señor le pareció bien y Dios creó al hombre.

Y desde entonces, el hombre vive 30 años como un hombre. Después se casa y vive 20 años como un burro trabajando y cargando todo el peso sobre sus hombros. Después vive 15 años como un perro vigilando su casa y sus hijas hasta que se jubila y vive 10 años como un mono: Saltando de la casa de un hijo a la del otro y haciendo payasadas para divertir a sus nietos.